Las técnicas de estudio configuran una metodología guiada de la manera de estudiar, de las pautas a seguir en el proceso, de cómo empezar una sesión de estudio de la mejor manera y del desarrollo de la misma utilizando técnicas concretas: lectura, resumen, esquema.
Deben conocerse todos los métodos de estudio posibles y, entonces, elegir el más favorable para uno mismo. De este modo, se personaliza la manera de estudiar y así se adapta mejor al resto de hábitos y capacidades. Si uno tiene facilidad para sintetizar, el resumen le puede resultar ventajoso, si por el contrario uno capta la información gráfica, el esquema que le favorece es el "estudio-fotográfico".
Es importante identificar la idea principal, tratándose de la mejor forma para iniciar cualquier esquema o resumen. Ayudará a la posterior evaluación oral o escrita, ya que el alumno comprenderá mucho más fácil la relación entre conceptos, y si van surgiendo cuestiones diferentes, poder enlazar y relacionar con más facilidad todos los aprendizajes.
Por lo tanto, cualquier esquema debe ser pensado para ayudar a comprender mejor el temario, sin ánimo de memorizar solamente el orden en el que están las principales ideas o memorizar las palabras. Es mejor entender la relación entre conceptos que se ha extraído después de la lectura o el resumen, y por supuesto, tener una previsión de en qué preguntas es bueno plasmar cada sección.
En los mapas conceptuales pueden incluirse colores para diferenciar bien las ideas principales o la jerarquía de conceptos; utilizar formas geométricas para marcar diferencias; letras mayúsculas o minúsculas; dibujos representativos; flechas; etc.
Se trata de un técnica de estudio que impulsa la creatividad del estudiante, que desarrolla su capacidad viso-espacial en la conexión de conceptos, y que todo ello influye en su forma de organizar y distribuir los conceptos clave. Cuanto mayor sea el orden y clasificación, más fácil será visualizarlo.
Puede ser que el alumno haga varios mapas conceptuales más reducidos, y luego un mapa más amplio, con las ideas principales que engloben a todos los esquemas pequeños.
Deben conocerse todos los métodos de estudio posibles y, entonces, elegir el más favorable para uno mismo. De este modo, se personaliza la manera de estudiar y así se adapta mejor al resto de hábitos y capacidades. Si uno tiene facilidad para sintetizar, el resumen le puede resultar ventajoso, si por el contrario uno capta la información gráfica, el esquema que le favorece es el "estudio-fotográfico".
- El resumen de los temas implica destacar las ideas principales del texto leído, sin hacer copias exactas de las frases, sino intentando decir los mismo pero con las propias palabras. Es importante que sea un escrito fiable para poder seguir estudiando a través de él, incluyendo las palabras más destacadas que es interesante recordar del texto principal. Resumir es una técnica que asegura al alumno la comprensión del temario y que luego utilizará en el examen para contestar con más certeza. La presentación del resumen debe ser buena,con letra clara, ya que ayudará a estudiar mejor el texto. Se puede añadir colores para remarcar las ideas principales, y sobretodo, numerar las hojas de papel para que siempre estén ordenadas.
- La capacidad de estudio de tipo fotográfico, consiste en hacer una buena representación gráfica del temario, un resumen de lo que se ha leído previamente pero en un formato más ágil y visual. El alumno retiene el esquema y la posición de los conceptos, relacionando la información, siempre desde una perspectiva visual y gráfica. Los mapas conceptuales son ejemplo de este tipo de estudio.
Es importante identificar la idea principal, tratándose de la mejor forma para iniciar cualquier esquema o resumen. Ayudará a la posterior evaluación oral o escrita, ya que el alumno comprenderá mucho más fácil la relación entre conceptos, y si van surgiendo cuestiones diferentes, poder enlazar y relacionar con más facilidad todos los aprendizajes.
Hacer mapas conceptuales
Si el alumno memoriza el esquema pero sin embargo no ha entendido por completo la conexión entre conceptos, cualquier pregunta que sea presentada de distinta forma a la que pensaba o una pregunta inesperada, será difícil poder usar los propios recursos aprendidos para contestar.Por lo tanto, cualquier esquema debe ser pensado para ayudar a comprender mejor el temario, sin ánimo de memorizar solamente el orden en el que están las principales ideas o memorizar las palabras. Es mejor entender la relación entre conceptos que se ha extraído después de la lectura o el resumen, y por supuesto, tener una previsión de en qué preguntas es bueno plasmar cada sección.
En los mapas conceptuales pueden incluirse colores para diferenciar bien las ideas principales o la jerarquía de conceptos; utilizar formas geométricas para marcar diferencias; letras mayúsculas o minúsculas; dibujos representativos; flechas; etc.
Se trata de un técnica de estudio que impulsa la creatividad del estudiante, que desarrolla su capacidad viso-espacial en la conexión de conceptos, y que todo ello influye en su forma de organizar y distribuir los conceptos clave. Cuanto mayor sea el orden y clasificación, más fácil será visualizarlo.
Puede ser que el alumno haga varios mapas conceptuales más reducidos, y luego un mapa más amplio, con las ideas principales que engloben a todos los esquemas pequeños.