Supervisor de transporte de material o carga

Los supervisores de transporte se aseguran de que el cargamento se traslade de forma rápida y eficiente entre ubicaciones. Seleccionan rutas, se encargan de todos los trámites necesarios y negocian el área del cargamento. Son los responsables de asegurar el cargamento y de cumplir con las normativas de comercio internacional.

Los supervisores de transporte de material o carga, organizan el movimiento de cargamentos dentro o fuera del país usando cualquier medio de transporte. Deben asegurarse de que se lleva a cabo de la forma más rápida, eficiente y económica posible. Por ejemplo, el transporte aéreo es preferible sobre el marítimo para bienes perecederos o urgentes.

Las tareas suelen incluir:

• seleccionar rutas y transportistas,
• cálculo del personal disponible,
• reservar espacio de cargamento,
• negociar tarifas y calendarios,
• establecer parámetros de programación,
• preparar presupuestos y facturas.

La importación y exportación de bienes genera una gran cantidad de papeleo y trabajo administrativo. Sin embargo, los agentes de transportes disponen de sistemas de TIC muy sofisticados que les simplifican el trabajo.

Cuando trabajan en nombre de un importador deben permitir el paso de mercaderías por aduanas y organizar el pago de tasas y aranceles.

Se encargan de que la mercancía llegue correctamente a las instalaciones del importador.

Los agentes de transportes pasan la mayor parte del tiempo comunicándose con otras personas, incluidos clientes, agentes marítimos, líneas aéreas, agentes en el extranjero y autoridades de aduanas. Dedican mucho tiempo a hablar por teléfono, enviar faxes y mensajes de correo electrónico, escribir cartas y recopilando y rellenando información. Además, elaboran un informe de seguimiento donde se incluyen los datos anteriores y posteriores de la entrega.

Para realizar este trabajo correctamente, necesitará tener las características siguientes:

• Tener una voz clara, ya que gran parte del negocio se lleva a cabo por teléfono.
• Ser capaz de explicar cuestiones complejas a clientes de una forma clara y simple. En algunos casos, la gente con la que deberá tratar usan un idioma diferente al suyo.
• Tener habilidades de TIC.
• Prestar atención a los detalles.
• Apreciar la geografía y otras culturas.
• Tener cierta habilidad matemática, ya que deberá tratar con información financiera.
• Poseer la confianza necesaria para negociar con personas con el fin de obtener los mejores tratos para su empresa u organización.